La noche viene movida
La idea de un museo de ciencias naturales que por las noches cobra vida, resultaba un gancho interesante, sobre todo porque quienes figuraban entre los papeles principales eran Ben Stiller, Robin Williams, Owen Wilson y dos viejas glorias del cine como Dick Van Dyke y Mickey Rooney. Lamentablemente en el filme "Una noche en el museo" eso ocurre solo de a ratos,ni siquiera la batería de efectos especiales ayudan a levantar un anodino guión y todo lo que sucede dentro del museo se reduce a una sucesión de gags, no siempre efectivos.
Larry(Ben Stiller) es un nuevo guardia de seguridad que debe cuidar las instalaciones del museo. La primera noche descubre como el enorme esqueleto de un Tyranosaurius Rex toma agua plácidamente de un bebedero. A partir de ese momento, todo se descontrola y cada uno de los objetos y personajes reviven como en un mundo de fantasía, esto es gracias a una vieja maldición Egipcia que afecta al museo.
Larry deberá hacer lo imposible para que al día siguiente todo vuelva a la normalidad y recibirá la ayuda de parte de la estatua de cera de el ex presidente norteamericano Teedy Roosevelt (Robin Williams)
La dirección de Shawn Levy ("El regreso de la Pantera Rosa") demuestra cierto oficio, pero no le alcanza para salvar un guión cuyo argumento, se basa exclusivamente en los gags y no en un trama que lo sustente. Algunos memoriosos como yo, recordarán "Waxwork" la película de Anthony Hickox en donde los personajes de un museo de cera cobraban vida. ¿Casualidad?
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