Una comedia que entretiene
La directora Nancy Meyers, es una de las principales generadoras de comedias dentro del cine norteamericano, vasta recordar el filme "Alguien tiene que ceder" con Jack Nicholson y Diane Keaton, para conocer las habilidades narrativas y el talento que tiene para llevar adelante este tipo de género con éxito. El problema que presenta su último filme "El descanso", es que hay demasiadas situaciones que resultan previsibles, con gags obvios y cierta mirada sobre el mundo femenino algo antigua. Pero a no desesperar,porque pese a todos estos inconvenientes, el filme termina entreteniendo y de alguna mágica manera, comprometiendo al espectador, y eso ya es demasiado.
El filme está estructurado en dos historias paralelas, la de Amanda (Cameron Díaz)una publicista norteamericana cansada de los engaños de su novio, y la Iris (Kate Winslet) una periodista inglesa enamorada de un colega que está a punto de casarse. Por esas causalidades del guión, ambas deciden intercambiar sus casas para las fiestas, así Amanda viajará a Londres mientras que Iris lo hará a Estados Unidos.
Dentro de este esquema, Meyers arma un "college" sobre el mundo sentimental de estas dos mujeres, pero por sobre todas las cosas nos habla del descubrimiento de ellas mismas. Amanda conocerá a Graham (Jude Law) hermano de Iris, mientras que la propia Iris entablará amistad con un vecino anciano y guionista (Elli Wallach) para luego conocer a un músico llamado Miles (Jack Black)con quien empezará a compartir una relación.
El filme se deja ver, y en eso creo que tiene que ver mucho la ductilidad de la directora Meyers para manejar la comedia, pero también, gran parte de esa empatía que se logra en el público, a pesar a los desaciertos, son las actuaciones de Cameron Díaz y Kate Winslet, quienes logran llevar adelante una historia, que parece que se va a hundir en cualquier momento, pero termina saliendo a flote con dignidad.
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