lunes, 16 de agosto de 2010

Franklyn de Gerald Mac Morrow

Perdidos en Londres

"Franklyn" del debutante en el largometraje Gerald Mac Morrow es un filme que intenta unir dos universos en un mismo relato y si bien el filme al final se entiende perfectamente, por momentos la conjunción de esos dos mundos resulta un tanto ambicioso.

En un futuro la ciudad de Londres esta dominada por el fervor religioso, pero no por una sola religión sino por cientas, pues es obligatorio tener una fe, no importa cual sea. Dentro de esa Babel futurista esta Jonathan Preest (Ryan Phillippe) un enmascarado que deambula  por la bulliciosa y caótica ciudad  luchando contra el sistema, es una especie de enemigo público que lucha contra cualquier fe religiosa y contra el gobierno.

Paralelamente, en el Londres actual, Milo (Sam Riley) es abandonado por su novia y pocos días antes de casarse se reencuentra con un amor de juventud. En otra parte de la ciudad Emilia (Eva Green) una estudiante de arte con problemas psicológicos graba sus intentos de suicidio como parte de una propuesta artística y Peter Esser (Bernard Hill) es un padre que busca desperadamente a su hijo por la ciudad, es un soldado veterano de la Guerra del Golfo con aparentes problemas psquiátricos. Estas tres historias se mezclan con la Preest de manera alternada, sin que se puedan encontrar nexos hasta más o menos la mitad del filme, esto hace que al principio uno no entienda bien de que va la película y que relación tienen todos esos personajes, por suerte y gracias al oficio de Mac Morrow todo se aclara hacia el final.

Con una estética futurista alucinante, los trajes y la ambientación de ese Londres del futuro son verdaderos hallazgos, Franklyn se inserta dentro la linea de filmes al estilo de "V de Vendeta" de James McTeigue pero con mucha menos acción y más drama, porque en definitiva lo que porpone la película no es una historia de ciencia ficción sino una historia de personajes solitarios y con problemas.



miércoles, 11 de agosto de 2010

El origen de Christopher Nolan

La invención de Nolan

Magnifica, apabullante, ingeniosa, novedosa, así es "El origen" el ultimo filme de Christopher Nolan, que parece haber vuelto a sus comienzos, cuando sorprendía al público y a la critica con la excelente "Memento". Si el filme que lo llevo a la fama resultaba complejo en su estructura y difícil de dilucidar, con "El origen"  Nolan ha logrado superarse ampliamente en cuanto complejidad se se refiere, porque el filme que interpreta Leonardo Dicaprio es como una cebolla, mientras más capas se sacan más profundo se viaja y más intrincada y sorprendente se vuelve la trama.


 En "El origen" la mente humana vuelve a estar presente esta vez representada a tavés de los sueños, esos mundos paralelos y  desconocidos que aparecen en nuestro subconsciente y que pueblan nuestra imaginación cuando dormimos. 
Cobb (Di Caprio) es un personaje que se dedica a meterse dentro los sueños de las personas con el propósito de robarle información confidencial, la cual luego usa en su provecho. Cobb y su equipo enfrentan un nuevo desafío a pedido de Saito (Ken Watanabe)  ingresar en la mente Robert Fisher (Cillian Murphy) hijo de un  empresario muy  importante a punto de morir, con la intensión de sembrar una semilla en su sub consiente (de ahí el título) para que no siga los pasos de su padre y la empresa termine con la muerte de su fundador. Pavada de idea.

A medida que el equipo liderado por Cobb se va metiendo más profundamente en el inconsiente de Fisher nuevos sueños van apareciendo y en cada uno de ellos los protagonistas deben vivir distintas situaciones al mismo tiempo pero en espacios diferentes, por eso lo de las capas de la cebolla. Nolan va construyendo el relato de  modo que cada  nivel en la profundidad del sueño resulta aún más complejo. Lo interesante es que nunca sabemos a ciencia cierta que es lo real y que es parte del sueño y esto es porque Nolan no hace distingos desde lo estético. Todo esta filmado con la misma luz, el mismo calor y la misma banda sonora, de esta manera el espectador cae en la trampa de no saber nunca cuando es realidad y cuando se esta dentro del mundo onírico. Como Bioy Casares en La invensión de Morel, Nolan crea su propio soñador y  al terminar de ver la película uno se pregunta ¿en el sueño de quien estuve metido?

Con efectos visuales que sorprenden y un elenco más que sobresaliente "El origen" esta destinada a ser la película del año y seguramente con el tiempo se va a convertir en una película de culto, así como los hermanos Wachowsky nos metieron dentro de la "Matrix", Nolan lo hace ahora con los sueños.
Un detalle, si estuvieron atentos toda la película vean el plano del final, porque es una verdadera genialidad del director.