domingo, 27 de diciembre de 2009

2:37 de Murali K. Thalluri

Juventud sin salida

Ver "2:37" (aquí traducida como "¿Quien muere hoy?") del director australiano Murali K. Thalluri es una experiencia cinematográfica única. Su opera prima es una inmejorable carta de presentación para este joven director, que se vislumbra como un nuevo talento dentro del cine. El filme, además de tener una trama que aborda diversos temas de la juventud estudiantil actual, como son la violación, la homosexualidad, el machismo, el libertinaje y la discriminación, tiene una estructura narrativa que la hace salir del común denominador. Thalluri es una especie de Gregg Araki con los hermanos Dardenne (Jean-Pierre DardenneLuc DardenneDe Araki toma la temática estudiantil y su problemática de identidad y de los Dardenne la forma de filmar, esto no quiere decir que Thalluri sea un imitador sin personalidad, al contrario, demuestra que le gusta el buen cine y lo pone de manifiesto con este filme. 

El suicidio en el baño de una estudiante a las 2:37 le sirve al director  para contar las complicadas y trágicas vidas de Melody (Teresa Palmer), Marcus (Frank Sweet), Luke (Sam Harris), Steven (Charles Baird), Sean (Joel Mackenzie) y Sarah (Marni Spillane), cada uno con su terrible drama a cuesta y su imposibilidad de encontrar una salida. 
El director sigue con su cámara en mano la vida de estos 6 adolescentes y lo hace sin despegarse ni un segundo de sus espaldas (recurso usado por los Dardenne en "El hijo" y "El niño) así vemos como Melody acarrea un embarazo no deseado y provocado por las reiteradas violaciones de Marcus su hermano, quien a su vez no soporta tener un padre perfeccionista que siempre le esta exigiendo una mejor calificación en la escuela, lo que le provoca un fuerte conflicto emocional, o como Steven, un joven retraído y conflictuado que ha sufrido un accidente que lo dejo rengo y le provoco una incontinencia urinaria, lo que lo pone en constante ridículo frente a la clase. También somos testigos de lo que le sucede a Luke, el bonito de la clase, exitoso, atlético, por el que todas las chicas mueren, pero que esconde un secreto, es un homosexual reprimido. Esta falta de aceptación le provoca una dura crisis de identidad. En cambio Sean es el adolescente homosexual asumido, que ha decido decírselo a su padres, pero que nada le es fácil. Le cuesta horrores poder adaptarse a una sociedad que todavía discrimina y que no tolera convivir con personas de sexualidad diferente. También debe enfrentar un padre con pensamiento retrógrado, que piensa que lo que le pasa a su hijo es una desviación pasajera de la adolescencia. Por último esta Sarah, quizá la menos torturada del grupo. Sarah sufre en silencio los desprecios y desplantes de Luke, su novio, quien no puede compatibilizar el amor hacia una mujer con el fuerte deseo que siente por el cuerpo de un hombre, lo que le provoca violentos arranques de ira hacia ella. Estos arranques de violencia  ponen a Sarah ante una situación de desamparo y desilusión amorosa.

Con este muestreo de personalidades y situaciones dramáticas Thalluri construye un filme exquisito, con situaciones que van y vienen en el tiempo y que se repiten desde distintas visiones para terminar conjugando un doloroso fresco de la juventud actual. 
Filme poderoso por donde se lo mire, controversial, emotivo, que no tiene concesiones y que demuestra lo terrible que es vivir para muchos jóvenes del mundo.
Celebro la aparición de Thalluri y espero poder ver más filmes de este director.

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