martes, 18 de noviembre de 2008
"No le digas a nadie" de Guillaume Canet
Un thriller con mayúsculas
Imaginen esta situación: Alexandre (François Cluzet) y Margot (Marie-Josée Croze), un matrimonio muy enamorado se van a pasar un fin de semana a una casa de campo, luego de bañarse desnudos en el río ambos se quedan dormidos en el muelle, de pronto Alexandre despierta sobresaltado, Margot no esta a su lado y grita pidiendo auxilio desde la casa, Alexandre intenta ir en su ayuda, pero un desconocido lo golpea violentamente con un palo arrojándolo al río. La historia se traslada ocho años hacia adelante, vemos a Alexandre, un medico pediatra, atendiendo en su consultorio, de repente recibe en su correo electrónico un mensaje misterioso con el siguiente encabezamiento "No se lo digas a nadie" y un link en donde al ingresar se ve una grabación actual de su esposa, supuestamente muerta en esa ocasión a manos de un asesino serial. Buen comienzo ¿no?
El responsable de este thriller exquisito, basado en la novela de Harlan Coben, es Guillaume Canet,un joven actor y director francés que incursiona en su segundo largometraje al frente de las cámaras, con gran éxito. El filme, cuenta con un guión diría perfecto, en donde todas las piezas se van uniendo, como un rompecabezas, encastrando cada una en su lugar exacto. ¿Que paso con Margot? ¿Esta realmente muerta? y si está viva, ¿donde esta en realidad y por que simuló su muerte? Estas son algunas de las preguntas que se hace un atribulado y desconcertado Alexandre, mientras intenta seguir las pistas que le van llegando a su computadora.
Canet es un director y guionista muy hábil y sabe como complicar las cosas. La policía encuentra unos cuerpos enterrados en el predio donde hacía ocho años sucedió la muerte de Margot, en el bolsillo de uno de los cuerpos descubren una llave que los lleva a un casillero en donde hay unas fotos de Margot viva, muy golpeada. La policía sospecha que Alexandre golpeaba a su mujer y reabren el caso, poniéndolo a Alexandre como principal sospechoso de la muerte de su esposa. No voy a contar más por razones obvias, pero de aquí en adelante el filme ira de sorpresa en sorpresa, cortando el aliento del espectador, que atónito no puede develar el misterio. No por nada el filme gano cuatro premios César, el Oscar del cine francés.
El director Guillaume Canet logra un filme perfecto, con una trama hábilmente urdida, un acertado manejo de los tiempos cinematográficos y con el ritmo narrativo justo. A esta película no le falta ni le sobra nada... bueno, si hay algo que le sobra, talento.
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