jueves, 22 de diciembre de 2016

La autopsia de Jane Doe de André Ovredal

Los muertos no solo hablan


Inquietante, espeluznante y por momentos provocativa, "La autopsia de Jane Doe" emerge como una de las mejores propuestas de cine de horror de los últimos tiempos. Esto se debe en gran medida a la excelente dirección del noruego André Ovredal, quien en su segundo largometraje, el primero fue la extraña "Trollhunter" (2010), logra demostrar que sabe cómo manejar  el suspenso y el terror a la hora de plantar la cámara. Con mínimos recursos,  un solo ambiente y dos actores centrales, Ovredal nos introduce en un aterrador espacio en donde el horror va cobrando forma con el transcurrir de los minutos. 

El médico forense Tommy Tilden (Brian Cox) y su hijo Austin Tilden (Emile Hirsch) reciben a última hora el cuerpo de una joven y hermosa mujer, la cual fue hallada semienterrada en el sótano de una casa donde todos sus ocupantes fueron asesinados misteriosamente. Al ser una NN se le da el nombre provisorio de Jane Doe y se le pide al Dr Tilden que tenga la causa de su muerte antes del amanecer.

A partir de que el cuerpo de Jane Doe empieza a ser diseccionado sobre la mesa de ablaciones una serie de extraños sucesos empiezan ocurrir, como así también las inexplicables causas de la muerte de Jane Doe, las cuales no se condicen con el estado del cuerpoo, el cuál está en perfectas condiciones externas.  
A medida que avanzan en la autopsia las cosas van empeorando y el lúgubre escenario de la morgue familiar se convierte en un espacio de pesadillas, enigmas sin respuestas y muertes.

Ovredal, dirige el filme con maestría, haciendo que los pasillos de la funeraria Tilden se asemejen al mismísimo infierno y  que cada rincón se convierta en un lugar sin salida para los asustados Tommy y Austin Tilden. Cada plano, cada movimiento de cámara nos introduce, incluso desde las primeras tomas, en un ambiente de pesadillas, en donde el mal se percibe en el aire como un amenaza diabólica y  aterradora.

Por supuesto que no escapa a algunos convencionalismos del género, la noche tormentosa no podía faltar, al igual que las luces que se cortan y dejan todo el lugar en penumbras, la mascota que aparece en las primeras escenas y es la primera en morir trágicamente, como así tambien los efectos sonoros, fundamentales en el cine de horror. 

Si hay algo que quizá le tenga que criticar es una tácita aceptación por parte de los protagonistas a los hechos extraños y malignos en los que se ven involucrados, lo que hace que por momentos no se espanten como lo haría cualquier persona ante la resucitación de los cadáveres descompuestos que guardan en la morguera, los cuales salen del freezer  gracias a los poderes que tiene la extraña y misteriosa mujer. expuesta en la mesa de autopsias. 

A pesar de esos pequeños detalles "La autopsia de Jane Doe" es realmente un plato fuerte para los amantes del género con excelentes actuaciones  de Brian Cox Emile Hirsch y Olwen Kelly quien interpreta durante 90 minutos a la inmutable y maligna Jane Doe.