domingo, 20 de septiembre de 2009

Satanás de Andres Baiz



El diablo metió la cola

No es común poder acceder al cine colombiano, generalmente las películas de ese país y otros de latinoamérica, llegan al nuestro con retraso o directamente no se estrenan comercialmente, privándonos así de un cine cuyas raíces culturales están mucho más ligadas a nuestra idiosincrasia. Ya sea por una cuestión de idioma o de región, nos sentimos mucho más cerca y nos podemos identificar con sus personajes y situaciones de manera más directa. Por suerte, tuve la oportunidad ver el filme "Satanás" del director Andrés Baiz, y la verdad que ha sido una grata sorpresa. El filme, basado en la novela del mismo nombre del escritor Mario Mendoza parte de un hecho real ocurrido en 1986 en la ciudad de Bogota en el restaurante Pozzetto, donde Campo Elías Delgado, un ex soldado colombiano que participo en la guerra de Vietmam, mato a 29 personas para luego suicidarse, hecho que quedo registrado en la historia como "La masacre de Pozzetto"

El director Andrés Baiz, toma este trágico hecho y a partir de allí nos cuenta cuatro historias por separado que se van a ver unidas por la tragedia, pero también por las tentaciones mundanas. En una alegoría sobre el poder o influencia del diablo en el mundo actual, Baiz logra un filme acético, frío, distante y por momentos violento, en donde cada uno de los personajes se verán enfrentados al dilema de tener que elegir entre algo que esta bien y algo que esta mal, situación que tendrá nefastas consecuencias en cada uno de ellos.

Por un lado esta la historia de Eliseo (Damián Alcázar) el matador de Pozzetto, un hombre amargado, agresivo pero a la vez correcto y ordenado, que se gana la vida como profesor de ingles y que esta realizando un trabajo sobre la novela de R L Stevenson "El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr Hyde". Vive con su madre a quien realmente odia y con quien tiene constantes peleas, su vida es totalmente rutinaria y aburrida y sueña con volver al ejército de los Estados Unidos.

La otra historia es la de Alicia (Marcela Valencia) una mujer que agobiada por los problemas económicos, asesina a todos sus hijos para que ya no pasen más necesidades. Su destino final es el manicomio. Este personaje, si bien no tiene demasiada participación a lo largo de toda la trama, es interesante porque le sirve al director para redondear la idea de que el mundo esta en manos de Satanás. (Alicia junta recortes de crímenes y muertes violentas, los que pega en las paredes de la celda donde se encuentra recluida)

Después, están las historias del padre Ernesto (Blas Jaramillo) y su amante Irene (Isabel Gaona), un religioso agobiado por las tentaciones de la carne, que no puede controlarse ante los embates sexuales de la joven Irene y termina cometiendo pecado.La duda es su principal enemigo y el cura se debate entre hacer lo que le manda la Santa Iglesia o en hacer lo que le indica su corazón de hombre imperfecto.

Por último tenemos a Paola (Marcela Mar), una joven que ha preferido llevar su vida por el lado del dinero fácil, se ha juntado con unos delincuentes de poca monta y se gana la vida enganchando tipos en los boliches, a los cuales droga para que después sus socios en el crimen, lo secuestren y le desvalijen todas sus cuentas bancarias. Un trabajo simple, sin riegos y redituable. Pero no todo sera color de rosa, Paola sufrirá una terrible violación a manos de un taxista inescrupuloso junto a otro hombre, hecho que sellara su destino cuando, inundada de ira, contrate a dos sicarios para que maten a sus agresores.

El filme, mantiene una estructura coral a lo largo de las casi dos horas que dura, va y viene de una historia a otra, centrándose más en la de Eliseo, para conformar un muestreo de debilidades humanas, impulsadas de alguna manera, por la influencia de fuerzas malignas e invisibles sobre los seres humanos y que son manejadas por el mismísimo Satán, claro que en un sentido más metafórico y no tan textual.

Con un clima asfixiante y un "in cresendo" de la tensión hacia el desenlace fatal en el restaurante Pozzetto, el filme de Andrés Baiz se muestra como un producto sólido y equilibrado, con un guión ajustado y con excelentes interpretaciones, en donde Damián Alcázar, en el papel del asesino, sobresale por sobre el resto. Excelente filme. Muy recomendable.