domingo, 25 de enero de 2009

"Dante 01" de Marc Caro



San Jorge contra los nanotecs

El binomio Jean Pierre Jeunet y Marc Caro han dado al cine dos obras cinematográficas que se las podría denominar de culto, "Delicatessen" y "La ciudad de los niños perdidos", filmes que demostraron en su momento, la capacidad artística y creativa de estos directores franceses. Uno imaginaba, que dado los excelentes resultados obtenidos con estas películas y el apoyo, casi unánime, de una critica que no paraba de ponderar las virtudes estilísticas y la osadía artística de ambos, el binomio creativo iba a perdurar en el tiempo como la han hecho otros exitosos dúos de realizadores, los hermanos Coen, por ejemplo. Pero claro, esto no fue así y a partir de "La ciudad de los niños perdidos", Jeunet y Caro se separaron y cada uno emprendió camino por su lado. El que llevo las de ganar fue Jean Pierre Jeunet, quien gracias al éxito de "Amelie" pudo pisar suelo de Hollywood donde hizo "Alien. La resurrección" y continúa hoy filmado en su país.

En cambio Marc Caro, resulto ser el incomprendido para la industria del cine francés, porque después de su ruptura con Jeunet solo hizo un cortometraje para tv en el año 1998, hasta que en el 2008 pudo romper con la estigmatización causada por por la fuerte mediatización generada por aquellas dos películas mencionadas anteriormente, he hizo "Dante 01", un filme de ciencia ficción cargado de cierto misticismo religioso. Teniendo en cuenta los antecedentes realizativos de Caro, uno esperaba ver un filme apegado a esa estética tan particular que lo caracterizó durante la década del 90. Lo cierto es que "Dante 01" se muestra como un película más personal, con una plástica visual que pretende demostrar que Marc Caro no es Jean Pierre Jeunet y que puede abrirse camino por si solo.

La historia cuenta como, en el espacio exterior existe una prisión de máxima seguridad cercana a un planeta llamado Dante 01, a ese lugar y dada la cercanía con el incandescente cuerpo celeste, lo llaman el infierno y allí están alojados los más peligrosos criminales. En uno de sus viajes, el transbordador espacial trae al complejo carcelario a Elisa (Linh Dan Pham), una científica cuyo único objetivo es experimentar la nano tecnología con los presos sin importar los daños colaterales que esta investigación pueda causar. Con ella, ingresa un nuevo preso, el cual no tiene nombre y a quien apodaran luego "San Jorge" (Lambert Wilson), debido a un tatuaje que lleva del santo. Este personaje es muy extraño, no habla y su comportamiento es extremadamente errático.
Las cosas van a cambiar cuando uno de los presos es inyectado por Elisa con una solución cargada de nanotecs y su cuerpo empieza arder de dolor cada vez que los microscópicos robots se propagan por su sangre como bacterias.El pobre preso parece no tener otra esperanza que una muerte inminente, pero el misterioso San Jorge aparece como un sanador espiritual y con solo tocarlo cura completamente al recluso. Este místico suceso más otro milagro realizado por San Jorge, hacen que dentro del grupo carcelario algunos presos lo consideren un enviado, un ángel salvador, mientras que para César (Dominique Pinon), el líder de los presidiarios,representa un grave problema y por eso decide mandarlo a matar. Pero San Jorge parece tener habilidades de otro mundo y se recupera de las mortales heridas que le inflige uno de los acólitos de César.

Caro y el guionista Pierre Bordage, elaboran un filme lleno de connotaciones religiosas, la similitud de San Jorge con Jesús es más que evidente. Pero el principal problema que tiene la película es que su historia huele a una mezcla de varios filmes y eso hace que uno tenga un "deja vu" con sabor a visto, por no decir a "pastiche". Para los que han visto bastante cine, como quien escribe, la primera imagen que me viene a la mente es la película japonesa "Alive" de Ryûhei Kitamura, un filme de ciencia ficción en donde a un grupo de pesos condenados a muerte se les da la opción de morir o vivir en una prisión espacial a sabiendas de que allí serán sometidos a extraños experimentos.También se podría comparar con "Alien 3" la tercera de la saga dirigida por David Fincher, donde la acción trascurre en una prisión espacial. Por último, esta "La milla verde" de Frank Darabont donde uno de los presos tiene poderes curativos. ¿Coincidencias? ¿Similitudes? Saque el lector sus propias conclusiones.

Uno esperaba que la vuelta de Marc Caro al cine hubiese sido otra, pero teniendo en cuenta que al hombre la separación le ha llevado un proceso de maduración más extenso, creo que esta primera muestra de un Caro en solitario, es más que satisfactoria. Se nota que está en un proceso de cambio que lo lleve a encontrar su propia identidad, su propio estilo y estoy seguro que muy pronto lo va a encontrar, entonces seguramente, tendremos un gran director haciendo películas por mucho tiempo.

miércoles, 21 de enero de 2009

"Gran Torino" de Clint Eastwood



La guerra interior

El veterano Clint Eastwood parece incansable porque con mas de 70 años a cuesta todavía tiene energías de sobra para producir, dirigir y actuar como cuando tenía 40, claro que ahora los filmes en los cuales decide actuar se ajustan más a los años que carga.Eastwood debe ser uno de los pocos realizadores de su edad que pueden llevar adelante dos proyectos prácticamente de manera simultanea, ya lo había hecho con "Cartas desde Iwo Jima" y "Banderas de nuestros padres"(aquí conocida como "La conquista del honor"), los dos filmes de guerra centrados en la batalla de Iwo Jima pero vistos de desde bandos distintos.Ahora regresa con dos nuevas películas realizadas casi al mismo tiempo, "El sustituto" y "Gran Torino". Acabo de ver "Gran Torino" y realmente debo decir que el filme, sin llegar a ser la mejor película del director,apunta a ser unos de los platos fuertes de esta temporada, el secreto radica en su historia, demasiado simple en la superficie, pero verdaderamente compleja en su sustrato.

Esatwood es Walt Kowalski un veterano ex combatiente de la guerra de Corea que queda viudo y para mal de males debe compartir sus días con una familia de vecinos Coreanos, a quienes detesta profundamente, al punto de considerarlos unos "Bárbaros". Todo cambiara a partir de que Thao el hijo menor de la familia de coreanos, influenciado por una pandilla de jóvenes de su misma etnia, intenta robarle su preciado "Gran Torino", un Ford Torino modelo 72 (el mismo que usaban "Los aventureros" Stasrky y Hutch en la serie) hecho que se ve frustrado gracias a que Kowalski sale con su rifle y el joven logra escapar.

Thao no es mal chico solo que esta algo confundido, en el fondo no quiere ser miembro de esa pandilla, quiere que ya no lo molesten, pero la pandilla insiste en que Thao debe ser uno de ellos y una tarde en la puerta de su casa se genera una pelea entre Thao y los pandilleros y Kowalski se ve obligado a salvarlo.
Este hecho hara que la familia le este agradecido por haber salvado a su hijo y gracias a Sue Lor la hermana de Thao, Kowalski empezara a conocer verdaderamente a esa familia que tanto destetaba. La madre de Thao le pedirá un último favor, que ayude a su hijo Thao a hacerse hombre y a conseguir su primer trabajo. Kowalski lo llevara a su casa y le dará tareas varias, plomería, albañilería, etc. Es aquí donde le filme comienza a crecer en emoción, porque esa relación que arranca con cierta tirantez, se termina consolidando en una verdadera amistad entre un hombre, casi anciano y un adolecente. Son muy jugosas la situaciones y los diálogos que se generan a partir de esta extraña relación entre Kowalski y Thao, como la escena en donde Walt lo lleva a la peluquería y trata de enseñarle como debe entrar y saludar al peluquero, realmente imperdible.

Al principio de este comentario dije que el filme era complejo en el sustrato y esto es así porque Eastwood y el guionista Nick Schenk por debajo de esta trama simple nos hablan de la guerra, la intolerancia racial y el entender que mediante el perdón siempre se esta a tiempo para remediar cualquier hecho del pasado. El "Gran Torino" del título opera como un símbolo, una metáfora de una vida cargada de odio y racismo a la que Kowalski vivió atado durante años y que gracias a Thao y una repentina enfermedad, puede quitarse como si fuera una mochila. Lo único que le queda ahora a Kowalski es librar su última guerra, pero esta vez dentro de su interior y hacer lo que debe hacer todo buen soldado que quiere remediar algunas situaciones oscuras grabadas a fuego en su conciencia.

Eastwood demuestra una vez más su solvencia como director pero parece haber entendido que ya no esta para seguir interpretando personajes duros como Harry el sucio, si bien Kowalski es un duro, su enfoque es mucho más humano y menos violento, en definitiva, los años a Eastwood lo han asentado como realizador y también como actor, y eso se nota en el tipo de personajes que viene interpretando últimamente.

sábado, 17 de enero de 2009

"El sustituto" de Clint Eastwood



Clint Eastwood dirige a Angelina Jolie y John Malkovich en un drama emotivo y provocativo basado en hechos reales que transformaron para siempre a la ciudad de Los Ángeles. "El Sustituto" relata la historia de una mujer cuyo espíritu invencible y resistencia derrumbó un departamento de policía corrupto y trajo una nueva era de dignidad e igualdad bajo la ley.

Los Ángeles, marzo de 1928. Un bello sábado por la mañana en un suburbio de la clase trabajadora, la madre soltera Christine Collins dice adiós a Walter, su hijo de nueve años, y se dirige hacia su trabajo como operadora de teléfonos. Pero cuando Christine regresa a su modesto hogar, se encuentra con la peor pesadilla de cualquier madre: Su hijo ha desaparecido. Se realiza una búsqueda exhaustiva e infructuosa pero Walter se ha esfumado sin dejar rastro, hasta cinco meses después, cuando un niño que dice ser su hijo es regresado por la policía ávida de disfrutar el golpe publicitario que le supone reunir a madre con su hijo desaparecido. Aturdida por el enjambre de policías, reporteros, fotógrafos y sus propias emociones en conflicto, Christine es persuadida de llevar al niño a casa. Pero en su corazón, ella sabe que él no es Walter. Cuando exige a las autoridades que continúen buscando a su verdadero hijo, Christine descubre que las mujeres no cuestionan el sistema y las que lo hacen no viven para contarlo. Tildada de delirante e incapaz, ella encuentra un aliado en el activista Reverendo Gustav Briegleb (John Malkovich), quien la ayuda a luchar contra la ciudad para buscar su hijo desaparecido.
Enfrentándose a una policía corrupta que pone en duda su juicio y un público escéptico ávido de un final feliz, Christina busca respuestas desesperadamente. Mientras lo hace, se convierte en una heroína insólita para los pobres y oprimidos que son abusados sistemáticamente e ignorados por el estado policial que controla la ciudad de Los Ángeles. Ahora, la cruzada de esta mujer no se detendrá hasta que encuentre a su hijo.


El amor de una madre contra el sistema


La historia de Los Ángeles está marcada por hechos sensacionales de corrupción, encubrimiento y asesinatos ocurridos durante sus años formativos.Desde el juicio de Roscoe ‘Fatty’ Arbuckle por la violación y asesinato de la joven estrella Virginia Rappe en 1921 y el rapto de la evangelista Aimee Semple McPherson en 1926 al crimen de la Dalia Negra en 1947, el escándalo ha formado parte de la ciudad y ha mostrado de mala manera a sus funcionarios políticos.
Pero fue el relato casi olvidado de la lucha de una mujer de la clase trabajadora contra obstáculos enormes en su lucha por encontrar a su hijo desaparecido lo que, casi 80 años después, uniría a varios de los cineastas más respetados de Hollywood. La asombrosa historia de Christine Collins había desaparecido casi totalmente antes que un ex periodista la encontrara por casualidad.

Dentro de los pasillos subterráneos del Ayuntamiento de la Ciudad de Los Ángeles, se encuentran los archivos de los casos legales de hace casi 100 años. Entre miles de páginas de documentos se encuentra el expediente de la audiencia de Christine Collins a fines de los años 20. En el mismo se documenta el intrincado relato de la desaparición de Walter, su hijo de nueve años de edad y las corruptas componendas del Departamento de policía de Los Ángeles durante y después de la fallida investigación del caso.

Hace varios años, el guionista J. Michael Straczynski, un ex reportero que ha escrito para "Los Angeles Times", "The Herald Examiner" y la revista "Time", entre otras publicaciones, encontró el relato asombroso de una madre de la clase trabajadora que fue víctima de la maquinaria política. Recuerda el guionista: "Una de mis fuentes de información del Ayuntamiento me llamó un día para decirme que estaban quemando expedientes viejos y que había algo que yo debía ver antes que lo incineraran. Así que me dirigí hacia allá y logré leer el documento oficial del caso de protección de menores de Christine Collins". "Mientras lo leía pensé, esto no puede haber sucedido. Tiene que ser una equivocación. Pero fue suficiente para que investigara antes que los documentos fueran quemados."

En 1928, Los Ángeles era dominada por una despótica infraestructura política al mando del Alcalde George E. Cryer e impuesta por James E Davis, el Jefe de la Policía y su brigada armada, quienes aterrorizaban la ciudad a su antojo. Ese sistema comenzó a desprestigiarse cuando Collins, una madre soltera que criaba su hijo en un barrio de la clase trabajadora en Los Ángeles, reportó que el niño había desaparecido. Luego de meses de búsqueda infructuosa, la policía estaba bajo una avalancha de publicidad negativa y creciente presión pública para encontrar una pista sólida en el rapto.
Cuando un niño que decía ser Walter fue descubierto en Dekalb, Illinois, Christine Collins y todos los que participaron en la búsqueda, quedaron sin aliento. Se intercambiaron cartas y fotografías y las autoridades pensaron que el caso del niño desaparecido había sido resuelto. Collins reunió poco a poco el dinero para traerlo a casa y el Departamento de Policía de Los Ángeles organizó una reunión pública con numerosos fotógrafos con el niño y su ansiosa madre.Con la esperanza de detener el desprestigio creciente por su inhabilidad de resolver este caso y muchos otros más y desesperados por explotar el interés humano del caso y así contrarrestar una serie de escándalos de corrupción, los miembros del departamento pensaron que la reunión podía producir la redención pública de los miembros principales del departamento. El único problema fue que el niño que regresó a casa no era Walter. A pesar sus inmediatas y repetidas declaraciones que el niño que regresó no era el suyo, Collins fue ignorada por el capitán J.J. Jones, el oficial encargado de su caso. Confundida y desorientada, ella aceptó. Hasta tres semanas después, cuando Collins trajo al niño de vuelta, insistiendo que no importaba lo que los demás dijeran, ese no era su hijo. No acostumbrado a que sus acciones fueran cuestionadas por alguien, mucho menos por una mujer, el capitán Jones, con la aprobación tácita del jefe Davis, alegó que ella era inestable y la recluyó en la sala de enfermos mentales en el Hospital del Condado, en vez de aceptar que se habían equivocado y regresado al niño equivocado. Collins tuvo que pasar cinco días angustiosos en la sala psiquiátrica, recluida en contra de su voluntad debido al "Código 12", un término usado para referirse a una persona difícil o incómoda, generalmente una mujer, encarcelada o recluida en la sala psiquiátrica del hospital local sin una orden legal o cualquier otro proceso judicial.

El niño que reapareció como Walter luego aceptó ser Arthur Hutchins de 12 años de edad, un niño oriundo de la región central de Estados Unidos que se escapó de su casa con la esperanza de viajar a Hollywood para conocer a Tom Mix, su actor favorito. En una cafetería al borde de una carretera en el estado de Illinois, uno de los comensales hizo la observación que el niño se parecía asombrosamente al niño Collins desaparecido en Los Ángeles. Hutchins urdió el plan de entregarse a las autoridades locales como si fuera Walter, conseguir que Christine Collins pagara su pasaje en bus hasta Los Ángeles y le diera casa y comida. Sus acciones inconscientemente desencadenaron una serie de hechos que cambiarían para siempre la fuerza de policía de Los Ángeles.

Para Straczynski, lo que en primera instancia fue asombroso, se hizo cada vez más apremiante mientras investigaba los detalles del caso. Él investigó la historia por aproximadamente un año, buscando los complicados detalles de la odisea de Collins durante siete años para encontrar respuestas sobre la desaparición de su hijo. Lo que encontró fue aún más perturbador que la patraña de Hutchins. Entre los polvorientos expedientes apareció un caso paralelo que relataba los depravados detalles pedófilo Gordon Northcott (quien alternadamente aceptaba y luego negaba el crimen del desaparecido Walter Collins) y el poder implacable y la violencia de las autoridades de Los Ángeles durante ese período.

El guionista también descubrió a un hombre llamado Gustav A. Briegleb, un ministro presbiteriano que ayudó a Collins en su búsqueda de respuestas. Una espina permanente en el costado del sistema establecido, el activista comunitario fue una voz con autoridad cuyo programa radial y poderosos sermones retaron a los radioescuchas a no ignorar la corrupción policíaca. Briegleb colaboró con Collins y su abogado para asegurarse que la historia de Walter no fuera enterrada y que el trato inhumano de Collins en la sala psiquiátrica fuera revelado a todos los que lo escucharan. Su labor condujo al despido de importantes funcionarios municipales y expuso la corrupción que reinaba en esa época.

A pesar de que Collins falleció en 1935 sin saber qué le sucedió a su hijo, Straczynski piensa que su legado es muy importante. “En el centro de este relato está el deseo ferviente de Christine Collins de descubrir lo que sucedió y de nunca cejar en su intento, no importa lo que le hicieran,” dice Straczynski. “Ella nunca abandonó su búsqueda. Esa tenacidad le costó vivir experiencias que hubieran acabado con cualquier otro pero que nunca la detuvieron. Eso reverberó a través del sistema legal del estado y quise rendirle tributo.” “Su sencilla interrogante, ¿Dónde está mi hijo? derrumbó la estructura legal de las ciudad de Los Ángeles,” agrega el guionista. Para dar mayor veracidad a su relato, el escritor utilizó frases textuales de los expedientes junto con otros testimonios que incorporó al libreto de la película.
Luego de terminado el guión, Straczynski comenzó la búsqueda de los realizadores y una Christine Collins que rindieran honor al relato no sólo de esta pionera de los derechos de las víctimas sino de una campeona del pueblo. Los encontró en Clint
Eastwood, Imagine Entertainment y Angelina Jolie.


Eastwood, Imagine y Jolie el trio perfecto


La estremecedora historia “basada en hechos reales” llamó la atención de los productores Brian Grazer y Ron Howard, quienes han llevado historias de la vida real a la pantalla grande tales como "Gánster Americano", "Una Mente Brillante", "El Luchador", con éxitos de crítica y taquilla.
“Me emocionan las historias basadas en la vida real”, observa Grazer. “Me gustó el tema de El Sustituto y me pareció fascinante la cultura alrededor de ese incidente. El hecho que sea real le da más gravedad emocional.”
Conocedores que el director/productor Clint Eastwood posee una sensibilidad similar en lo que respecta a las historias verdaderas, Grazer y Howard lo contactaron para conversar sobre el libreto. “Lo leí y me gustó mucho,” recuerda Eastwood. “Llamé a Brian y Ron para decirles que aceptaba y me dijeron que Angelina Jolie le gustó el libreto y está interesada. Yo dije, eso sería estupendo. Me gusta mucho como actúa. Y así fue; rápido y sencillo.”

Jolie inicialmente estuvo reticente a interpretar el rol de una madre cuyo hijo es raptado. Comprensible porque recientemente había interpretado a Mariane Pearl en "Todo Corazón", la historia real del secuestro y ejecución del periodista Daniel Pearl. Sin embargo, estuvo dispuesta a leer el libreto. El relato de Straczynski la hizo cambiar de opinión. “Es una historia extraordinaria,” opina Jolie. “Christine Collins es una mujer que aprendí a admirar pero como actriz, es una historia difícil que no quería hacer. Finalmente, fue su valor de enfrentarse a tantos obstáculos lo que me decidió aceptar. Me gusta mucho la historia por la manera como saca a la luz la corrupción de los que tenían el poder. Es muy actual; todavía sucede lo mismo hoy en día.”
Con el director, los productores y la actriz principal asegurada, Eastwood y los otros realizadores comenzaron su búsqueda de los demás protagonistas del mundo de Christine Collins a finales de los años 20 y principios de los 30.

Completando el elenco

Christine Collins en su lucha por encontrar a su verdadero hijo, fue acompañada por un grupo de partidarios y detractores. Desde el activista Reverendo Gustav Briegleb, el pastor de las iglesias presbiterianas de San Pablo y Westlake en Los Ángeles y el abogado S.S. Hahn, un abogado defensor conocido por sus prominentes casos criminales, al capitán de la policía J.J. Jones, un incondicional adversario durante los siete años de la búsqueda de Collins.
El Reverendo Briegleb fue considerado un activista intrépido que se colocó como un perro guardián contra la corrupción desenfrenada del gobierno municipal y de la industria del cine. Briegleb hizo la observación que los ciudadanos de Los Ángeles aceptaban crédulamente las historias que la policía afirmaba eran beneficiosas. Predicó que todos debían buscar la verdad y eliminar la corrupción. Interpretado por el hábil actor John Malkovich, el reverendo y su conocimiento de la maquinaria política de la ciudad jugaron un rol clave en la búsqueda de Collins.

Eastwood trabajó anteriormente con Malkovich en el drama "En la Línea de Fuego" y estaba interesado en colaborar nuevamente con el actor de cine y teatro. “Pensé que John sería ideal para el rol,” dice el director. “John le da un aire de amenaza al personaje. Es un actor camaleónico.”
Malkovich sintió curiosidad por el papel de este cruzado por la justicia. “Probablemente fue un ejemplo temprano del tipo de presión que los medios de comunicación pueden ejercer,” explica el actor. “Briegleb tenía su propio programa radial y decía sus sermones en dos iglesias. Colocó al Departamento de la Policía de Los Ángeles en el centro de la atención pública y lo que él pensaba eran sus prácticas terribles.”

Malkovich ve su personaje como un hombre que luchó contra la injusticia, aún cuando fuera poco popular y peligroso. “Esa clase de presión en los oficiales de Davis puede explicar su interés en resolver rápidamente el caso de Walter Collins,” explica el actor, “e ignorar el hecho que el niño equivocado había sido regresado a Christine Collins.”

El legendario abogado S.S. Hahn, interpretado por el actor de carácter Geoff Pierson, tomó el caso de Christine Collins y sembró las semillas que eventualmente derogarían los encarcelamientos basados en el "Código 12"

El actor Jeffrey Donovan interpreta al implacable Capitán J. J. Jones, el jefe de la división juvenil del Departamento de la policía de Los Ángeles, que sigue las normas al pie de la letra e intimida a la traumatizada Collins para que acepte al niño como suyo. A Donovan le fascinó que su personaje no sólo se basara en una persona real sino la cantidad de poder que el capitán tenía. “Es increíble lo que le hizo a esta mujer,” dice el actor, “el hecho que la internó en un asilo para dementes. No podía creer que un ser humano, sin una orden legal y sin tomar en consideración los hechos, pudiera recluir a alguien con sólo chasquear sus dedos.”

Finalmente, el actor infantil Gattlin Griffith fue escogido para interpretar a Walter y Devon Conti aparece como Arthur Hutchins, el manipulador niño de 12 años de edad que se hace pasar por Walter para escapar su vida en el oeste.
Es importante destacar que para dar mayor credibilidad y verosimilitud a la historia, Straczynski mantuvo los nombres reales de los protagonistas siempre que fue posible.


Recreando el Los Ángeles de 1920


Con más de 30 películas como director, Eastwood domina el arte de filmar económicamente y se considera un director influenciado por las decisiones que tomaría como actor.Ensaya muy poco para obtener autenticidad en las actuaciones y no es partidario de muchas tomas. “Todo lo que hago como director se basa en lo que prefiero como actor,” dice Eastwood. "Es un aprendizaje que me tomó muchos años"

En "El Sustituto", la bulliciosa ciudad de Los Ángeles sirve de fondo a la historia de Collins, desde la desaparición de Walter a la lucha de Christine contra el sistema. Desde las primeras imágenes de una familia feliz en una modesta casa y el banco de telefonistas donde Christine trabaja sobre patines a las manifestaciones hacia el ayuntamiento después que se enteran del trato dado a Christine, "El Sustituto" se rodó a todo lo largo y ancho de California.
El diseñador de la producción James Murakami y el administrador de los exteriores Patrick Mignano descubrieron exteriores para la filmación en San Dimas, San Bernadino y Pasadena que hicieran las veces del Los Ángeles de los años 20. El departamento de arte complementó las escenas filmadas en exteriores con foros construidos en los Estudios Universal. El supervisor de efectos visuales Michael Owens agregó los toques necesarios, tales como la silueta de los edificios contra el horizonte y los tranvías rojos que en aquel entonces circulaban por la ciudad.
Los realizadores descubrieron un barrio en el distrito Old Town de San Dimas, localizado aproximadamente a 35 millas al este de Los Ángeles. Una cuadra de casas bordeadas de árboles le dio a Murakami los exteriores e interiores necesarios para la casa de Collins, lo mismo que el vecindario que la rodeaba.
Fuera de la ciudad de Lancaster, a 75 millas al norte de Los Ángeles, la producción encontró una finca pequeña que hizo las veces del rancho de pollos de Northcott. Para uniformar el diseño, Murakami y sus colaboradores viajaron a la finca original donde se llevaron a cabo los crímenes.

Después de trabajar ininterrumpidamente en dos cintas de Eastwood ambientadas en los 1940 ("La Conquista del Honor" y "Cartas desde Iwo Jima"), Deborah Hooper conoce todas las compañías especializadas en vestuario de época desde Los Ángeles a Canadá. Ella utilizó todos sus contactos para encontrar una variedad de vestidos, ropa interior y zapatos para casi 1000 hombres, mujeres y niños que actuaron en el filme.

miércoles, 14 de enero de 2009

"Begotten" de E. Elias Merhige"


El viaje alucinante

"Begotten" (Engendrado) de Edmund Elias Merhige es un filme que se podría encuadrar dentro del género experimental y que con el paso del tiempo se ha convertido en la obra de culto de este realizador neoyorkino, responsable de la magnifica "La sombra del vampiro". El filme, realizado en 1991, es la primera película de largometraje del director y deja al descubierto algunas de sus obsesiones más oscuras. Al ver el filme, uno experimenta una fuerte sensación de repulsión, desagrado e incluso deseos de abandonar la visualización. Este efecto deliberado, que Merhige consigue desde el inicio, esta cimentado en tres puntos sobre los cuales trabaja el realizador. El principal punto es la historia, muy débil por cierto, pero suficiente para empezar creando en el espectador un distanciamiento involuntario.Imaginense contar la historia de la creación del mundo desde su engendramiento hasta su decadencia y muerte, todo esto representado por actores que interpretan roles tan subjetivos como el de Dios, por ejemplo.

El segundo punto se manifiesta en los recursos narrativos con los que Elias Merhige elabora su discurso, y aquí hay que hacer un punto y aparte, porque son esos recursos expresivos los que le dan al filme ese carácter mítico y esa valoración simbólica del pensamiento onírico. Ver el filme se acerca más a una experiencia pesadillesca, de esas en donde la razón se entremezcla con una realidad difusa y exacerbada. Para lograrlo, Merhige hace uso de un montaje extremadamente lento, fuerte factor de disociación, utiliza una banda de sonido hiper realista, sin música que acompañe las escenas, este factor apunta a la estratificación de los sentidos, porque es allí donde el realizador quiere bucear, en el campo fértil de las sensaciones y por eso, prescinde de cualquier elemento que pueda romper ese clima de pesadilla. Por último, está la fotografía, cuyo trabajo de laboratorio denota días enteros de minuciosa experimentación. A lo lago del filme, uno se encuentra con imágenes muy contrastadas, en un blanco y negro rabioso altamente sub expuesto para luego pasar a una serie de imágenes sobre expuestas en donde el brillo del blanco es tan potente que lastima la vista, todo esto rodado a 20 cuadros por segundos, lo que genera una distorsión general de la imagen que hace muy difícil concentrase en lo que uno ve.(Otro efecto de disociación)
El tercer y ultimo punto esta en las imágenes, pero no ya desde un punto de vista estético sino desde un punto de vista dieguético, uno asiste asombrado a situaciones de extrema crudeza cuya representación icónica se acerca al cine "snuff". Ver "Begotten" es sin duda una de las experiencia más sobrecogedoras del séptimo arte, es como si a uno lo enviaran directo al infierno, o al cielo, según sea la creencia, y le dicen solamente que mire, y uno observa aturdido, horrorizado, el derrotero de la creación humana expuesto de la manera más brutal posible.

El filme, por su fuerte estética expresionista recuerda a "Eraserhead" de David Lynch pero si se comparan ambas películas, "Begotten" le saca unos cuantos cuerpos de ventaja.
Haciendo click aquí pueden disfrutar de esta alucinante experiencia sensorial, eso, si, si se animan.

sábado, 10 de enero de 2009

Max Payne de John Moore




La venganza será terrible

"Max Payne" (Mark Wahlberg) , toma como base un video juego creado por Sam Lake, sobre un policía atormentado por los recuerdos del asesinato de su esposa y su hijo, caso que se encuentra en la oficinas de los crímenes no resueltos y lugar donde Max pasa la mayor parte de sus días. Su obsesión por encontrar al responsable, o los responsables de la muerte de su familia, lo han hecho un ser solitario, taciturno y de pocos amigos. Sus técnicas en la investigación, extra oficial por supuesto, no escatiman en golpes y aprietes.Su estilo es rudo y violento, casi no usa las palabras, prefiere los puños o el poderoso cañón de su arma para intimidar a "Yonkys" de mala muerte en busca de información que lo lleve dar con el paradero de los asesinos. Su vida es la de un muerto que camina, y su único objetivo, la venganza. Así, en su periplo por distintos antros nocturnos, conocerá a Mona Sax (Mila Kunis) una rusa, quien después de acudir a una fiesta aparecerá muerta, literalmente desmembrada, y será la llave que llevará a Payne a encontrar a los culpables de la muerte de su familia.

Para crear el juego, Sam Lake se baso en la mítica película de fines de los 70 "Mad Max" de George Miller y protagonizada por un joven Mel Gibson. En el filme, Max, un policía de caminos de Australia, sufre la perdida toda su familia a manos de un grupo de pandilleros en moto. A partir de allí, éste simple policía se transformará en un ser ávido de venganza.
De "Mad Max" a "Max Payne" solo quedan el nombre, la esencia de la historia y los métodos de estos dos policías hermanados por un mismo odio. Claro que los tiempos han cambiado y por ende también la delincuencia, que ahora usa una nueva droga de diseño para alterar su percepción en vez de cadenas y motos "Choper".Toda una renovación en el arte de delinquir.



El director es John Moore, reconocido por su trabajos anteriores como "Detrás de las líneas enemigas", y las dos remakes de "El vuelo del Fénix" y "La profecía". En "Max Payne", este Irlandés afincado en Hollywood, ha armado un película muy plástica con una estética visual muy cercana al cómic, ambientes oscuros, luz contrastada, escenarios sucios y siniestros, que aportan a esta historia sórdida y violenta, una cuota extra. Las escenas de corte fantástico, como las apariciones de los demonios que persiguen a los drogadictos, son realmente impactantes.

En el reparto, además de Wahlberg, quien está perfecto en el papel, están Beau Bridges y Chris O´Donnell, acompañando en sus roles sin sobresalir, pero tampoco sin desentonar.
Max Payne, es una película para ver y disfrutar y quienes se acerquen al cine seguramente no van a salir defraudados porque tienen asegurado una hora y media de puro entretenimiento.

domingo, 4 de enero de 2009

"Crepúsculo" de Catherine Hardwicke


Amor sanguíneo

"Crepúsculo", de la directora Catherine Hardwicke, es un filme que fue concebido para un público adolecente, tiene todos los ingredientes necesarios para atrapar a esa porción de la platea comprendida entre los 13 y los 18 años y no defraudarlos. El secreto, es la reinterpretación que hace del mito del vampiro, mezclándola con una historia de amor juvenil entre una humana y un chupa sangre. Para eso, el guión y también el libro de Stephenie Meyer, reactualizan la leyenda del Conde, dejando atrás los castillos medievales y las capas, para ubicarnos en la actualidad, en medio de una comunidad estudiantil como cualquiera de los Estados Unidos de Norte América.

La historia se centra en Bella (Kristen Stewart) una adolescente recién llegada al pueblo y Edward (Robert Pattinson) un joven y apuesto vampiro modelo siglo 21. Lo novedoso es que esta nueva generación de bebedores de glóbulos rojos, no sufren los embates de la luz, no tienen colmillos largos como palillos y además, como si esto fuera poco, ya no atrapan humanos para alimentarse, pues han aprendido a reprimir el deseo por la sangre humana, reemplazándola por la de los animales.

Edward y Bella se atraen desde que se conocen, él siente el deseo, oscuro y ancestral de morderle el cuello en busca de una gota de hemoglobina. Ella, se siente atraída por ese extraño magnetismo animal que irradia y por lo "freek" que luce. Ambos comenzaran a vivir una extraña relación de amor que llevara a Bella a querer experimentar lo que es pertenecer al mundo de "los fríos", como se los nombra en el filme. Claro que Edward, está tan enamorado de ella, que preferirá morderse los labios antes de causarle algún daño.

El filme, explota algunos temas muy cercanos a la adolescencia como son el primer amor, la virginidad y el ser aceptado a pesar de las diferencias, algo que en estos días está en el tapete, debido a la gran cantidad de tribus urbanas que hay dando vuelta y la poca tolerancia que existe frente a la diversidad. Se nota además, una marcada influencia del cuento de Jeanne-Marie Le Prince de Beaumont (1711 - 1780) "La bella y la bestia", aunque aquí la bestia no luzca fea y con cuernos, y un cierto recuerdo al "Nosferatu" de Herzog, en donde el vampiro, interpretado por el genial Klaus Kinski, no se animaba a morder el cuello de Lucy Harker (Isabelle Adjani) porque no quería causarle daño a alguien que amaba.

En definitiva, el filme va a cautivar a chicos y también algunos mayores, porque tiene con que hacerlo, eso si, aquellos desprevenidos que vayan con la intensión de ver sangre y una historia terrorífica, olvídenlo.