martes, 30 de septiembre de 2008

"Doomsday " de Neil Marshall



Una receta que no falla

Para los que nunca vieron una película del director ingles Neil Marshall, seguramente "Doomsday", su más reciente producción, les va a resultar extremadamente exagerada, completamente desbocada y en algún punto poco creíble. Pero Neil Marshall es un realizador que le gusta forzar situaciones, al punto de tornarlas inverosímiles, como en "El descenso" donde dos amigas perdidas en una oscura caverna y a merced de horribles criaturas se ponen a discutir por problemas de cuernos o como en "Dog soldiers" cuando un patético oficial del ejercito ingles, con las tripas literalmente colgando, pelea como si nada contra un grupo de hombres lobos. Así, es el cine de Neil Marshall.

En "Doomsday", el director sigue fiel a su estilo y arma un verdadero "collage" con varias películas, solo necesita un poco "Resident evil "(Paul W S Anderson 2002) otro poco de "Mad Max 2" (George Miller 1981), algo de "Escape de New york", (John Carpenter 1981) "Fantasmas de Marte" (John Carpenter 2001) y un toque de "Kill Bill" (Quentin Tarantino 2003) para armar su propia película de ciencia ficción, que por supuesto y como era de esperar en este director, presenta una onda bien retro, porque aquí no hay un futurismo al estilo "Minority Report" (Steven Spielberg 2002) sino un futuro más cercano al cine que plantean John Carpenter y Quentin Tarantino.

Igualmente y pese a todo, el filme se disfruta porque uno se entretiene al ver tanta acción desbordante, tantos litros de sangre arrojados de más y una fauna de personajes tan esteriotipados que por momentos causan risa. Pero como dije antes, Neil Marshall es así, le gusta hacer un cine sin reglas, sin genero y porque no decirlo, bien melodramático, como un culebrón latino.

viernes, 19 de septiembre de 2008

"Los crimenes de Oxford" de Alex de la Iglesia


2 más 2 no son 4

"Los crímenes de Oxford" es el primer largometraje del director Español Alex de la Iglesia rodado íntegramente en lengua extranjera y con actores también extranjeros. La historia, que parte de un guión adaptado de la novela "Crímenes imperceptibles" del escritor argentino Guillermo Martínez, se presenta como un juego de enigmas y conjeturas matemáticas, que deben resolverse para encontar al responsable de una serie de extrañas muertes, sucedidas en los alrededores de la prestigiosa Universidad de Oxford. Arthur Sheldon (Jonh Hurt) un reconocido matemático y Martín (Elijah Wood) un joven estudiante se verán enredados en una serie de crímenes, que por sus características resultan ser imperceptibles (de ahí el titulo original del libro), los cuales se irán complicando mediante la aparición de acertijos matemáticos que Sheldon y Martín deberan resolver, si quieren encontar al asesino misterioso.

Alex de la Iglesia apuesta a un relato sumamente complicado con abundancia de deducciones y referencias matemáticas muchas veces exclusivas para entendidos en la materia y otras, como la nombrada secuencia numérica de Fibonacci, hoy conocida gracias al Código Da vinci. El director se esfuerza por hacer una película distinta a lo que nos tenia acostumbrados y ese es el gran problema, porque, si bien hay escenas magníficamente rodadas, como el, seguramente falso, plano secuencia en donde se entrecruzan todos personajes, el filme no le suma nada nuevo en la carrera del director vasco, al contrario creo que lo desmerece bastante. Tener actores de la talla de John Hurt o Elijah Wood no garantizan una buena película, y con esto me estoy refiriendo a un producto sólido por donde se lo mire, no solo en cuestiones técnicas o de realización, donde De la Iglesia demuestra ser un eximio narrador y conocedor del lenguaje cinematográfico. En este estilo de filme para poder lograr un producto de calidad, además de tener una historia interesante, hay que contar con un guión muy ajustado, que tenga la precisión de un relojero, y en eso creo que Alex a la Iglesia y su guionista Jorge Guerricaecheverria no han sabido hilar fino, por lo que el resultado final no es para nada matemático, porque en esta película 2 más 2 no da 4, da mucho menos.

martes, 9 de septiembre de 2008

"Day night day night" de Julia Loktev



A puro cine

He quedado verdaderamente maravillado y sorprendido con "Day night Day night", un excelente filme independiente de la realizadora Julia Loktev. Las razones son varias, una, la audacia con la que la directora aborda el tema de una joven suicida y otra, la simpleza de recursos que utiliza para contar una historia casi mínima. La grandeza de filme radica en que Loktev se detiene en cada detalle de manera minuciosa, casi con metódica obsesión, para introducirnos en las horas previas de una joven de origen árabe que se va a inmolar en pleno Times Square.

Pero eso en el filme es pura anécdota, aquí lo que verdaderamente importa es como esa joven mujer, que llega a una terminal de autobuses y que luego es encerrada en un hotel a la espera de recibir las ordenes que la guiaran en su camino hacia la inmolación, transita sus horas, las cuales parecen eternas. Así, el personaje interpretado por una excelente Luisa Williams, se va preparando para el sacrificio, limpia su cuerpo, cepilla sus dientes, lava su ropa interior, corta sus uñas (pies y manos) y espera, espera paciente que llegue su hora.

El merito de la directora es que con pequeñas cosas cotidianas, va construyendo el mundo interior de esa joven anónima, haciendo que la acumulación de detalles, sobriamente registrados en largos planos y dramáticos silencios, comiencen un "in crescendo" hasta llegar a un momento de tensión casi insoportable. Son las reiteradas escenas en donde la joven camina por Time Square con su mochila bomba y compra comida de todo tipo, roscas, manzanas con caramelo, una rodaja de tomate, postres de chocolate, las que de alguna manera trasmiten la ansiedad de lo que parece inevitable y terminan por poner al espectador con los nervios de punta.

También es interesante destacar que en ningún momento se hace referencia a las cuestiones religiosas o a las motivaciones que llevan a ésta jóven a emprender el camino del "martir" El punto es que a Loktev no le interesa hacer un filme politico - religioso, sino contar una historia personal y psicologica, despojada de cualquier bandera religiosa.



Con escasez de actores, solo la actriz Williams y algunos árabes encapuchados, sin música, una historia más que simple y un fuerte rigor narrativo que impone un estilo casi documental que por momento recuerda a los hermanos Dardenne, Loktev logra una pequeña obra de arte, digna de estudio en cualquier escuela de cine, para que muchos alumnos que están haciendo sus primeras armas, vean y aprendan que con muy poco se puede hacer una obra maestra. ¡Voila Hollywood!!